Me he vuelto un gran entusiasta del lenguaje verbal, lo he dicho más de una vez: compramos historias (obviamente no soy el único que dijo esto alguna vez, pero doy fe de que me lo he escuchado decir en varias oportunidades). Y creo que muchas organizaciones subestiman, o para ser más franco, no se preocupan en absoluto del “lenguaje” de su marca. Yo creo que es esencial porque a través de las palabras que uno usa se sabe como uno piensa, y con las marcas pasa exactamente igual.
Para aprender más del tema agregué a mi modesta colección de libros a un autor de peso: el Dr. Frank Luntz, muy notorio en el área del marketing político. Luntz es un “especialista en palabras”, sostiene que las mismas crean mapas mentales que luego influyen en nuestra percepción de la realidad y por consiguiente repercuten en nuestra forma de actuar.
El trabajo del Dr. Luntz consiste en buscar la mejor combinación de palabras para lograr el mejor resultado posible -según el lado para el que trabaje. Una de sus recomendaciones más conocidas fue la de aconsejar al ex-presidente Bush de no hablar más de “calentamiento global” para en su lugar utilizar el término “cambio climático”, o sea quitarle rigor y drama a un tema bastante caliente (y dejar de hacerle prensa a su ex-contendiente).
La cuestión es que tengo el libro, su título es Words that Work y como buen autor americano nos ofrece 10 REGLAS:
Para aprender más del tema agregué a mi modesta colección de libros a un autor de peso: el Dr. Frank Luntz, muy notorio en el área del marketing político. Luntz es un “especialista en palabras”, sostiene que las mismas crean mapas mentales que luego influyen en nuestra percepción de la realidad y por consiguiente repercuten en nuestra forma de actuar.
El trabajo del Dr. Luntz consiste en buscar la mejor combinación de palabras para lograr el mejor resultado posible -según el lado para el que trabaje. Una de sus recomendaciones más conocidas fue la de aconsejar al ex-presidente Bush de no hablar más de “calentamiento global” para en su lugar utilizar el término “cambio climático”, o sea quitarle rigor y drama a un tema bastante caliente (y dejar de hacerle prensa a su ex-contendiente).
La cuestión es que tengo el libro, su título es Words that Work y como buen autor americano nos ofrece 10 REGLAS: